viernes, 26 de abril de 2013

El miedo a un corralito como el de Chipre aumenta la venta de viviendas en España.


Un panorama de incertidumbre se abre desde que en Chipre se llevo a cabo un experimento con todas las similitudes a un corralito.

Esto a su vez dispara el miedo en los ahorradores de todo el sur de Europa y en España,  comienzan a mirar una vez más al sector inmobiliario como un posible destino para sus depósitos.

La tendencia que se observa es la compra de pisos al contado. Son jubilados o personas cercanas a su jubilación, haciendo circular sus ahorros de toda una vida porque temen que con la crisis y un posible rescate del sector financiero, sus ahorros ya no estén seguros ni en el banco. Aun es excepcional, ya que no es la regla generalizada, pero cada día son más quienes optan nuevamente por el ladrillo en busca de un refugio que asegure su capital ya que los depósitos en la banca disparan la incertidumbre.

Al contado un 30% de NUEVAS ventas
Desde el sector se aprecia que en torno a tres de cada diez nuevas ventas que se cierran en las inmobiliarias se realizan con dinero a contado.
Este dinero en efectivo permite y ofrece una gran libertad en un mercado inmobiliario donde la banca maneja las reglas de juego a su antojo, ya que controla la financiación. Según analistas y expertos, sólo quienes necesitan menos del 50% pueden permitirse comprar en el mercado de los particulares. Para operaciones por encima del 70%-80%, sólo existe la posibilidad de acceder a la vivienda de una entidad financiera.
Precisamente por esto y por el hecho de que las viviendas de los particulares son un 20% más baratas que las que están en manos de la banca, según se estima, estos compradores están siendo bastante activos en este mercado, aunque también muestran interés por  la obra nueva de las entidades financieras.
Pero ¿De dónde viene todo este dinero? 
De una herencia, una jubilación o simplemente, los ahorros de toda una vida. Suficientes en muchos casos para adquirir alguno de los cientos de inmuebles que se anuncian en los portales inmobiliarios o en las propias webs de los bancos y que, a pesar de estar en muy malas condiciones se están convirtiendo en objeto de inversión de estos compradores. Los expertos han visto operaciones desde 30.000 a poco más 150.000 euros. Pisos que nunca deberían haber sido viviendas por su mal estado y que los bancos están vendiendo por menos de 50.000 euros, los particulares los están comprado por 30.000.
No hablamos de especulación. Según se entiende estas operaciones se realizan más por una cuestión de seguridad que especulativa. 



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