martes, 18 de febrero de 2014

Clientes a cualquier precio ya no vale y tampoco es viable.

Los negocios mueven el mundo, generan estados de animo y calidad de vida, tanto en quien lucra con una con la operación por la venta de un producto o servicio, como también así quien se beneficia haciéndose con el. Visto desde una visión mas simple, hacer negocios es crear espacio en nuestra zona de confort ¿Pero a que precio lo hemos venido haciendo?

Resulta que ahora La Banca descubre que la clave estaba en centrarse en el cliente y no en centrarse en el producto vendiendo a como de lugar. Pues de aquellos polvos, vinieron estos lodos.

Hacer clientes a cualquier precio nos paso una factura muy angustiosa y nos vemos en el apuro de tener que hacerle frente. El toro nos pillo mirando hacia otro lado.
Como venimos diciendo en los últimos meses, las empresas nos vemos en el reto de formatear nuestras filosofías a la hora de enfrentar estos tiempos cambiantes y convulsos. Son cambiantes porque, como ya vimos, las personas/consumidores gozan de un empoderamiento brutal con el uso de la tecnología y la gran oferta predominante, ahora son ellos quienes marcan el rumbo ya que todo les es mas fácil. Convulsos porque estábamos dormidos, desatentos a los cambios que imperceptiblemente se estaban ocasionando. Seguíamos en la linea unidireccional con nuestra oferta, un mensaje basado en la interrupción del receptor/cliente, un mensaje carente de valor alguno.
Si bien es cierto que los métodos han evolucionado y las relaciones se juegan con nuevas reglas, hay un concepto que nunca ha de cambiar y es La Venta Artesanal, esa que va tomando forma a medida vamos conociendo al cliente y ganándonos su confianza, y generando una verdadera relación one to one, o de persona a persona. Esa venta que nos asegura ser buenos en lo que hacemos porque mas allá de vender, la persona que confió en nosotros se va satisfecha con la convicción de volver cuando nos necesite.
Entonces ya nos olvidamos del producto, porque de hecho lo tenemos, y es el mejor sin duda alguna, ahora pasamos a mirar desde todos los ángulos posibles a la persona que tenemos enfrente, ahora descubrimos que los clientes son personas y si cierran una operación con nosotros es porque nos hemos ganado su confianza, ahora somos la solución para uno de sus problemas o cubrimos alguna de sus necesidades. los clientes son personas, aunque hayamos estado confundidos.

Esta semana me encontré con dos publicaciones que en parte me causaron gracia, y por otro lado sentí eso que algunos llamamos verguenza ajena.
Os dejo este Sumario para que lean!!!  "La banca ante el siglo XXI"

Como siempre os dejo mi saludo y el deseo de una gran semana. Javier Cámara.

Fuentes que han inspirado este POST...




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